sábado, 1 de octubre de 2011

Noche de un sueño de verano

Anoche tuve un sueño extraño, yo iba en mi coche camino de casa después de haber estado en una reunión con compañeros del máster. Eran casi las cuatro de la madrugada, no es que nos quedemos hasta tan tarde discutiendo sobre física pero ayer nos tomamos unas cervezas después de la clase que fue, por cierto, muy aburrida y una cosa llevó a la otra y ya se sabe lo que pasa, cuando te quieres dar cuenta son las 3 de la madrugada, los bares han cerrado y no sé porqué os doy tantas explicaciones si era un sueño. El caso es que era tarde.

Volvía a casa, iba escuchando en la radio un programa del que nunca había oído hablar. No suelo conducir a altas horas de la noche por lo que no tengo ni idea de lo que se emite a esas horas y no conozco a nadie que escuche la radio tan tarde. Hay partes del sueño de las que no me acuerdo como de la cadena que estaba puesta en ese momento por lo que tampoco os sabría decir si el programa en cuestión existe en realidad, se que iba sobre sucesos paranormales una especie de cuarto milenio radiofónico pero presentado por una mujer, una tal Cristina Esparza de eso si me acuerdo, tenía una voz bonita, muy radiofónica ¿os suena?. Hablaban sobre vampiros, sobre Drácula, la historia del conde y como se gestó la leyenda. No suelo prestar atención a estos programas que por lo general me parecen insulsos pero este tema, quizá por su popularidad logró engancharme. Realmente no soy un gran fan de Drácula ni siquiera he visto Drácula de Bram Stoker pero recuerdo que en el sueño estaba realmente atento a los datos que vertían los participantes en la tertulia, todos al parecer muy puestos en el tema. Estaban conversando sobre las muertes extrañas acaecidas en el territorio de Transilvania durante los años en los que el conde vivió, era escalofriante pero a la vez muy didáctico, me hubiera encantado escucharlo entero pero lo pillé ya empezado y estaba llegando a casa cuando ocurrió lo de la bola de fuego. 

Estaba aparcando cerca de casa cuando una enorme bola de fuego que caía del cielo atravesó la luna delantera del coche y se fue a estrellar a lo lejos. Se escuchó un gran estruendo y se inició un incendio. Parece que el impacto afectó también a alguna antena ya que perdí la señal del programa, intenté darle unos golpecitos a la radio del coche como se hacía antes siempre que algo se estropeaba pero ni por esas, no pude terminar de escucharlo. Tardé un poco en entrar al portal, la explosión había afectado también a las luces del barrio, todas las farolas estaban apagadas y no atinaba a meter la llave. Abrí la puerta de casa con todo el cuidado del que era capaz, no quería hacer ruido eran casi las cinco de la mañana. En el piso tampoco funcionaba ninguna luz. Lo último que recuerdo del sueño es que me lavé los dientes con sumo cuidado utilizando para poder ver una linterna que tengo para estos casos de emergencia. Como os digo fue un sueño extraño, generalmente cuando llego a estas horas no me lavo los dientes.