sábado, 14 de mayo de 2011

Bin Laden, alegoría del Supervillano.

Si ha habido un hecho que haya marcado la entrada en el siglo 21, ese fue sin duda el ataque a las torres gemelas y todo lo que vino como consecuecia. Hoy, diez años despues se ha dado caza y muerte a su inspirador, Osama Bin Laden, un tio que basó su vida en Moriarty, Magneto, Lex Luthor, un malo de comic.

La historia de este personaje es digna de análisis pormenorizado, cosa que yo no voy a hacer. Su evolución de joven de clase alta a creador de la red terrorista más extensa y sanguinaria del mundo no se explica fácilmente y a mi se me asemeja a todas esa historias con personajes estrambóticos que de niño lees en los comics o ves en los dibujos de la tele. De los Transformers a Superman pasando por Batman, Spiderman, o incluso los pitufos, nadie como Osama ha encarnado tan fielmente y de forma tan extravagante la figura clásica del Supervillano. Analicemos brevemente su devenir. El chaval nace y crece en el seno de una familia de clase alta árabe con importantes conexiones internacionales, estudia en colegios occidentales y se empapa de la cultura Europea de la época. No sé en qué momento le da al tipo por concienciarse por las causas antiimperialistas y decide dedicarse a liberar a los afganos, con ayuda de los estados Unidos, del ataque comunista. Entrenado por los amigos de su padre forma una guerrilla musulmana que logra impedir que Afganistán se convierta en otra república federada.

Yo no lo sé muy bien pero debió de ser por entonces cuando le dio la chaladura y su megalomanía le llevara a creerse capaz de conquistar el mundo en nombre de Alá para convertir la religión que profesaba en regidora del planeta, un planeta según el, dominado por infieles. El hombre Bin Laden ya no veía con buenos ojos a las bandas como los Beatles que tanto le gustaban de joven, no se paseaba por Londres comprando discos ni visitaba las tiendas de ropa más trendy del momento, que va, eso dejó de interesarle. Se encerró en si mismo cavilando todo el día cómo era posible que el pueblo de dios viviera de espaldas a él (aquí vamos a hacer una aclaración, yo soy más de la opinión que el tío estaba como un puto silbo y tenía un afán de dominar el mundo que no veas, no se si leyó el mein kampf o toda la colección de comics de Superman pero vamos, a los hechos me remito), habló con los místicos y se puso a captar adeptos para luchar contra el cruzado.

Esto dicho así parece frívolo pero no me digáis que no es un poquito así la cosa. De repente Mr Bin se pone el turbante y la chilaba que le inbuyen de superpoderes e invierte sus ahorrillos en perpetrar atentados masivos e indiscriminados contra todo lo que se menea que no le gustase en los países árabes. Comienza a labrarse un nombre, sale mucho en la tele diciendo que si Estados Unidos es el demonio que si Ala es grande que si los fieles blablabla y los infieles blablabla. Vamos, se convierte en un líder carismático, un Hitler underground, Dark Vader.

El colega, después de haberse cargado a miles de árabes en nombre de la religión que predomina por esos lares y que él toma como excusa. No contento con eso, se le ocurre dar un salto cualitativo sin precedentes y como si del punto de inflexión dentro de un guión de película americana se tratara, maquina el atentado a las torres gemelas en nueva york que todos recordamos. Fue entonces donde realmente su figura toma carices épicos, hombre más odiado por Estados Unidos, venerado por sus adeptos hasta considerarlo un Mesías, Laden deja de ser hombre para convertirse en monstruo, ya no es persona sino objetivo, Osama el hombre deviene en Osama el icono, el malo malísimo de la película. Sinceramente, ¿no buscaba más eso que liberar a nadie de nada?

Sabemos lo que vino después, guerras con miles de muertos, atentados por doquier tanto en territorio árabe como en Europa, paranoia general, miedo... Bin Laden se lo debía estar pasando de la hostia de cueva en cueva leyendo la prensa y recibiendo las palmaditas de sus acólitos mientras comentaba, la que hemos liado tu, eres el enemigo number one del mundo, jo, ¡que grande eres tío! y al tío, claro, se le hinchaba el pecho y salía en grabaciones arremetiendo de nuevo contra todo pichichi, diciendo que si somos unos infieles babosos que la lucha sigue, que ellos acabarán venciendo y nosotros arderemos en el infierno... ahí faltaba una risotada al más puro estilo Jack Nicholson encarnado al Joker. Un crack.

Hace ná pongo la tele y me entero que un comando de las fuerzas especiales estadounidenses dirigido por Obama desde la casa blanca, ha llegado en helicóptero a una villa de Islamabad en Pakistán, ha entrado  y de dos tiros se ha cargado a Osama Bin Laden para acto seguido recoger su cadáver y según dicen tirarlo al mar. Un final de película en toda regla, acojonante. Así nos luce el pelo últimamente y yo, ciertamente, entre tanto villano y tanto héroe no me queda claro si los comics basan sus historias en la realidad o es el mundo el que se basa en algún retorcido comic.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Canceled

No puede salir ningún avión. En la tele dicen que el espacio aéreo europeo está cerrado, no se sabe hasta cuando. Salen imágenes de personas vagando de lado a lado, me imagino a toda esa multitud esperando en los aeropuertos con sus maletas en una mano, mirando intermitentemente el billete que sujetan con la otra mano y la pantalla luminosa señalando monótonamente “canceled”. ¿Cuántas historias están esperando en este momento ser continuadas, ser unidas? Puedo verme ahí perdido en medio del aeropuerto sin saber que hacer, ¿Qué es un aeropuerto si no pueden volar los aviones? ¿Qué sentido tiene? Por un momento me siento profundamente solo y desorientado en medio de toda esa gente que grita, corre y se queja. Paralizado mirando la pantalla con la vista fija en el “canceled” pero no le encuentro sentido, es tan absurdo. ¿Podemos continuar con todo esto ahora que no hay aviones?

El telediario pasa a la siguiente noticia y luego a los deportes pero yo sigo encerrado en un aeródromo difuso, caótico. Una azafata me ofrece más té, con cara de resignación digo que si por favor y ella sonríe. ¿Como es posible que no haya ningún avión en el aire en toda Europa? no me lo quito de la cabeza. Miro una vez más el luminoso y luego el billete antes de romperlo. Ya han terminado los deportes. En el tiempo dicen algo sobre una nube de ceniza. Un siniestro mapa traza la trayectoria de esta, comentan que el espacio aéreo europeo está cerrado y que no puede salir ningún avión.

domingo, 8 de mayo de 2011

Reflexiones de un treintañero (o casi) ante el fin del mundo.

Intentaré explicar a qué viene esto malamente. Digamos que llevo un tiempo dándole vueltas a un pensamiento. Hace cosa de dos meses un amigo me recordó los momentos de nuestra adolescencia en los que escuchábamos a los Doors y nos daba por hacer cosas extrañas. Subirnos a los tejados proclamando ser la reencarnación del Rey Lagarto, exhibicionismos públicos, beber wisky malo, beber cualquier cosa que tuviera un mínimo de alcohol... supongo que os suena a muchos. A mí, entre otras cosas, me dio por escribir, más concretamente por escribir poesía. Supongo que es algo más o menos habitual entre adolescentes, sobre todo en adolescentes de nuestra generación que crecimos bajo el influjo de la generación X y la muerte de Kurt Cobain nos pilló despertando.

"¿Te acuerdas cuando íbamos a tu casa y leíamos lo que escribíamos? ¿Por qué no escribes? hace tiempo que ya lo dejaste, vuelve, hazlo, escribe aunque sea solo para ti." No lo vi muy claro. He de decir que aun así al día siguiente, cuando la resaca me dejó acordarme de lo ocurrido el día anterior y la conversación volvió a mi mente me pregunté ¿escribo? ¿Quiero escribir? ¿Qué escribo?

Seguí pensando en ello durante largo tiempo. Cuando estaba solo en casa o mientras paseaba con mi perro me preguntaba, ¿me gustaría escribir? Si, ¡claro que sí! pero, ¿hay alguien al que le gustaría leer lo que escribo? "escribe aunque sea solo para ti, ¡hazlo tío!" Esa es la parte que veía y sigo viendo menos clara. ¿Que sentido tiene escribir para uno mismo? es absurdo, no tiene ningún sentido, nadie hace nada para si mismo. No existe "lo hago para mi mismo" ¿como que escriba para mi? estamos rodeados continuamente de gente, nos movemos pensando en el otro, siempre. Aun así hay mucha gente que afirma que hace cosas como pintar, componer canciones, escribir etc... por necesidad personal. Es mentira. Las ganas de que el otro te haga caso no es necesidad. Llamémoslo si os parece ansia, ansia de comunicación, ansia de comprensión o ansia de cariño, pero necesidad, necesidad no es. "Escribe para ti."¿Se referiría a que escriba para mí a modo de terapia, tan mal me ven?

Llegados a este punto he de confesar que ayer por la tarde me puse melancólico un momento recordando aquellos primeros e inocentes intentos de comunicación romántica e introspectiva mediante aquellos poemas que nadie leyó. Entonces fue cuando me di cuenta de que ya tengo 29 años. Empecé a darme cuenta que había pasado mucho tiempo desde entonces. ¡Joder, 16 años! pubertad adolescencia, juventud, primera madurez (si existe tal cosa). Parece que era ayer cuando soñaba inocente con comerme el mundo y ya me ha pasado media vida. Todo lo que he vivido desde entonces, estudios, trabajos, juergas, viajes, amores... de pronto un día miras el reloj y te das cuenta de que es 8 de mayo del 2011, que tienes 29 años, que te quedan 9 meses para cumplir 30 y quemar tu tercera década de vida. Ahora preguntaréis "y qué, mucha gente cumple 30 años hoy en día" Coño, no sé a vosotros pero a mi me acojona, debe ser que tengo miedo a morir.

Reflexionando un poco más sobre la muerte, el miedo y la segunda madurez (si tal cosa existe) se han empezado a amontonar unas cuantas ideas bajo esta pregunta, ¿Y si escribieras un blog en el que hablaras sobre esto mismo, sobre la vida, la edad, la muerte, sobre el fin de una etapa, la década que comprende de los 20 a los 30 años y el comienzo de la nueva, lo que necesariamente tiene que venir? ¿Y si lo hiciera? Tendría que escribir sobre todos estos conceptos, el sentido de la vida, el miedo a la muerte, el gran problema existencial del hombre, todos los sinsentidos y absurdeces que pueblan el vivir de las personas de clase media en las sociedades avanzadas. Las reflexiones de un treintañero, o casi, ante el fin del mundo.

Tendría que darle nombre a esta historia que sería como un ataque, de corazón, al periodo en el que vivo. El ocaso de mi primera madurez y el alba de la segunda dentro de una sociedad preocupada por todo menos por ser sociedad. Una especie de diario que intentara resistir al fin del mundo (si existe algo así) un pasatiempos más, total, tengo mucho tiempo libre. ¡Decidido! esta página será el diario sobre el que poco a poco, a ratos, vaya escribiendo sobre estos temas y tal vez incluso me sirva de terapia.

Bueno, ya si os parece empiezo en otro momento, por ahora y a modo de síntesis dejo esta canción: